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9 de abril de 2013

URGENTE: ANGEL SANTIESTEBAN PRATS FUE TRASLADADO Y SE DESCONOCE SU PARADERO

En el día de hoy se esperaba en el centro penitenciario La lima una visita de la Comisión de Derechos Humanos. Por esa razón intentaron llevarlo al hospital militar Salvador Allende para que que no tuviera acceso a dicha comisión. Ante su tajante negativa, en el día de hoy le iban  a dar un pase de unas horas para que fuera a la casa. Y amaneció esperando dicho conducto. Pero en lugar de ello se encontró con que lo fueron a buscar esposado para llevarlo no se sabe a dónde. Desde la mañana esperamos noticias infructuosamente. Sabemos que hubo un incidente cuando el traslado pero no sabemos más.

Rogamos dar la máxima difusión posible a esta noticias.

Gracias

8 de abril de 2013

El blog Los hijos que nadie quiso se muda

Estimados amigos lectores,

en el día de hoy y con la publicación de este comunicado de Ángel, doy por finalizado el ciclo del blog que se llevó a cabo aquí, en Blogger.

Con Ángel hemos decidido que era hora de actualizarnos a una plataforma más rica en recursos que nos permita presentar ordenadamente todas la historias publicadas en el blog desde sus primeros días.

En este blog actual no se encuentran los posts de los dos primeros años pues ellos habían sido alojados en Cuba Encuentro, y al cerrar ellos ese espacio, desaparecieron de Internet.

Considerando que justamente fueron esos posts los que han irritado sobremanera a la tiranía hasta el extremo de tenerlo hoy encarcelado por un delito que le inventaron, es menester que todos los posts se encuentren a disposición de quienes quieran saber la verdad y conocer de primera mano lo que Ángel osó escribir haciendo uso de la inalienable libertad de expresión que deberíamos tener todos los seres humanos y que en la Cuba castrista es un delito.

Recordemos una vez más que ante las infames denuncias hechas en contra de Ángel y que jamás pudieron ser probadas, justamente por ser invención de la Seguridad del Estado, no tuvieron mejor idea que "justificar" la condena con un informe grafológico pseudocientífico en el que se asegura que  la inclinación de su letra y su tamaño sosperchoso  prueban su "culpabilidad". Y como expresó Ángel en varias oportunidades, es el primer escritor condenado por su letra.

Ridículo, poco creativo y menos inteligente aun es el haberlo condenado por su "letra" pero ello prueba de manera contundente el pánico que el tirano siente por las palabras. Pánico en consonancia con el que siente por los gladiolos.

Es por eso que uno de los principales objetivos de mudar el blog Los hijos que nadie quiso es justamente ese: recuperar para su difusión la totalidad de esos posts que quedaron atrás.

Y en Wordpress encontramos la plaforma adecuada a dicho propósito:


 Blog Los hijos que nadie quiso


Para evitar suspicacias con respecto al rol que juega Ángel en esta decisión de mudar el blog, les presento aquí la carta manuscrita que me ha hecho llegar desde la prisión y me sumo a su ruego de que lo sigan acompañando de manera fiel en el nuevo blog que -confío- les gustará.

Gracias por todo
La Editora








Queridos internautas, hermanos, amigos, la vida me ha regalado su aprecio, que me llega a través de su constante apoyo, lo que deseo agradecer, nunca será suficiente mi gratitud para cada uno de ustedes.
Respondiendo también a esa atención, otros amigos y amigas, me han regalado un espacio, según me han descrito, mucho mas cómodo y bello para la búsqueda de los que accedan a blog, alojado ahora en WordPress.
Por lo tanto, el anterior no será actualizado por la editora, por lo que pido disculpa por la molestia que pueda causar, pero me encantaría que buscaran y siguieran en ese otro espacio de información que no persigue otro objetivo que la plena libertad de Cuba.
Como saben , aun me encuentro entre rejas por la injusta condena del régimen, de la que siento total orgullo, pues al elegir este camino de esperanza, conocía los sufrimientos que viviría.
Les reitero mi agradecimiento por su apoyo, y asegurarles que no será en vano, pronto disfrutaremos de una Cuba Libre, como merecemos los nacidos en este archipiélago, y de esa manera, culminaremos con los hombres, en especial con José Marti, que nos soñaron una nación próspera.
Quedo de ustedes, con el abrazo solidario y esperanzador.

Ángel Santiesteban-Prats
Prisión La Lima, Guanabacoa
3 de abril de 2013

Quiñones Haces rompe el silencio de la UNEAC con respecto al caso de Ángel Santiesteban

De Montenegro a Santiesteban



GUANTÁNAMO, Cuba, abril, www.cubanet.org -Carlos Montenegro y Ángel Santiesteban no son los únicos escritores cubanos que han tenido la desgracia de sufrir la cárcel; el último, dos veces.
Con apenas 19 años de edad, Carlos Montenegro fue condenado a catorce años y ocho meses de cárcel por la comisión de un hecho sangriento en el que murió una persona. Tuvo la suerte de conocer en la Pagaduría de la cárcel a José Zacarías Tallet y entablar amistad con él. De esa relación se afirma que surgió la vocación literaria de Montenegro. Allí también  conoció a Pablo de la Torriente Brau.
En 1928, luego de haber publicado en las revistas Social y Orto algunos de sus textos, con su relato El renuevo obtuvo un premio literario convocado por la revista Carteles,  hecho que generó una ola de simpatías hacia su figura y abundante solidaridad para con su situación. Intelectuales de la talla de Emilio Roig de Leuchsenring y el propio Zacarías Tallet, unidos a  otros prestigiosos escritores y numerosos periodistas, pidieron a Gerardo Machado que liberara al escritor forjado en las entrañas de la sordidez y el enclaustramiento. Pero Machado se negó. Montenegro salió de la cárcel a los 31 años de edad, cuando El Machadato estaba herido de muerte.
Ángel Santiesteban Prats nació en La Habana, en 1965. En 1995 obtuvo  el premio “Luis Felipe Rodríguez”, que otorga la UNEAC, en el género de cuento, con su libro Sur: latitud 13. En el  2001 obtuvo el premio de cuento “Alejo Carpentier” con Los hijos que nadie quiso, y en el 2006  el premio “Casa de las Américas” con su libro Dichosos los que lloran.
Desconozco si Santiesteban es responsable o no de los hechos por los que ha sido sancionado. Tampoco soy su amigo. Escribo estas líneas desde mi condición de simple miembro de la UNEAC, porque no considero que todos los escritores e intelectuales de dicha organización estemos de acuerdo con que alrededor del hecho exista un ominoso silencio.
Figuras descollantes de nuestra cultura, como Pedro Pablo Oliva y Pablo Milanés, que han sido objeto de ataques desmesurados cuando se han atrevido a expresar  opiniones discordantes con las del gobierno y la dirección nacional de la UNEAC, tampoco se han pronunciado al respecto.
La respuesta que hace unos meses la dirección nacional de la UNEAC ofreciera a las tendenciosas acusaciones de un agente de la Seguridad del Estado contra Reyna María Rodríguez y otros intelectuales cubanos, no constituye una regla sino la excepción. Una vez más ha quedado sobre el tapete el deplorable quietismo de gran parte de la intelectualidad cubana, así como el miedo paralizante que le impide ejercitar los valores que en cualquier lugar del mundo identifican a quienes trabajan a favor  de la cultura.
Si Santiesteban fuera responsable de estos hechos -que según he leído en Cubanet, ocurrieron hace cuatro años-, en el Código Penal cubano existen todos los presupuestos legales para impedir su ingreso en la prisión, sustituyendo la sanción privativa de libertad por otra de menor rigor, mucho más cuando se trata de un intelectual de prestigio, de una persona de buena conducta moral y social, de un hecho cuya incidencia es insignificante dentro del marco de violencia habitual que se vive en el país y específicamente en La Habana .
Todos sabemos-incluidos quienes instruyeron el expediente, los fiscales que solicitaron la sanción y los jueces que lo sancionaron- que Santiesteban no es ningún antisocial. Es muy difícil admitir que en nuestro país hay justicia cuando  a un intelectual como él se le encarcela, mientras quienes hundieron el remolcador “13 de marzo” y provocaron  la muerte de personas inocentes, entre ellas varios niños, continúan impunemente en las calles.
Los que han encarcelado a Santiesteban le han hecho un favor muy flaco al gobierno cubano, como si éste no tuviera agudos problemas de los que encargarse para sumar otro de esta índole, porque las resonancias internacionales comenzarán a sentirse muy pronto. Más que encarcelarlo, esos testaferros deberían preguntarse por qué un hombre surgido dentro de lo que un día fue la revolución, se desprende de ella, cuáles son las causas que provocan un aumento de la disidencia y de  la estampida de nuestra población hacia el extranjero, de la apatía social, la vulgaridad y la pérdida de valores en nuestra sociedad.
Debieran ser consecuentes con el presupuesto de que “Cuba es un Estado socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos, como república unitaria y democrática, para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana”, como establece el artículo 1 de la Constitución de la República.
Todos sabemos que si Santiesteban no tuviera un blog en el que se expresa libremente, no habría ido a prisión por un hecho de tan escasa entidad. Desde mi  condición de humilde hombre de la cultura, también  discriminado, sólo puedo decir que los que se encarguen de pedir la libertad para Santiesteban  pueden colocar mi nombre en cualquier lista que se elabore con tal objetivo.
Ojalá que esta desmesura sea rectificada pronto. El gobierno cubano no gana absolutamente nada con este error, ni necesita más enemigos. Más que continuar esta política en contra de quienes disienten, debería abrirse al diálogo para acabar de enrumbar de una vez y por todas a nuestra patria hacia un camino de paz y entendimiento. Ojalá que la terquedad gubernamental no convierta a Cuba en otra Siria.

Publicado en Cubanet

6 de abril de 2013

Ángel Santesteban " ya no es tan angelical, sino que actúa como demonio, diciendo verdades que muchos prefieren sepultar"

 

Cosas personales de Ángel Santiesteban


Warhol P


HAVANA TIMES — No he seguido con énfasis el caso de Ángel Santiesteban, porque para ser sincero desde el inicio de esa sórdida historia que se tejió y que muchos conocemos, creí que el autor del libro de cuentos: “Los hijos que nadie quiso”, uno de mis libros preferidos en la década actual, no era culpable, y aún mantengo la duda de una real culpabilidad.

Es cierto que he visto poco a Ángel, pero las veces que he tenido la oportunidad han servido para conocer que al menos su apariencia no encierra para nada a un hombre obsesivo (al no ser en su literatura) rondando lo psicopático como lo ha descrito el escritor Yoss en su carta abierta publicada originalmente en La llaga el 14 de marzo de el año en curso.

Algo así, no me parece bien para el que dice llamarse en reiteradas ocasiones amigo, hermano.

Es cierto que nunca llegamos a conocer del todo a las personas, considero que solo la convivencia y un tiempo prolongado nos serviría para conocernos a fondo, y aún así, lo inesperado podría salir a flote, dependiendo de alguna circunstancia en específico, todos tenemos un poquito de claro y oscuro.

Yo mismo, no me considero violento, abogo por la paz y la tranquilidad espiritual personal y ajena, pero no puedo negar que ante situaciones desagradables he llegado a sentir deseo de golpear a alguien, pero no lo he hecho, porque las aguas se han calmado rápidamente y poco a poco mi ira se ha desvanecido.
Eso sí, como todo ser humano discuto con mi pareja, y alguna que otra vez en una discusión ha estado rondando la violencia física y verbal, pero eso tiene un nombre: Problemas personales, sencillamente es mi asunto, mi vida, y debo resolver las cosas de la mejor manera posible.

Estoy totalmente en contra de la violencia en general, ya sea a personas o animales, nadie tiene el derecho de agredir a nadie, siempre es mejor optar por el dialogo y cuando no funciona la comunicación pues damos la espalda y resuelto el dilema.


Percibo que en el caso de Ángel hay algo raro. Ahora me remito a lo que mi colega María Matienzo ha escrito acerca de que la violencia contra mujeres y niñas no puede ser un pretexto político para sofocar una voz incómoda de la intelectualidad cubana.

Lo he escrito tal y como María lo publicó en su diario bajo el título: Una caricatura de proceso judicial para Ángel Santiesteban. Y concuerdo plenamente con su artículo.

En situaciones como estas, lo más importante es contar con evidencias, algo que pruebe que en verdad Ángel es culpable. Yoss, que parece tan conocedor de la vida personal de Ángel, puede decir que Santiesteban es su amigo sin realmente serlo, porque él mismo en otro artículo publicado en Havana Times ha desmentido tal amistad.

Yoss en su carta abierta habla como si se conocieran de toda una vida, hasta hace mención de Kenia, la ex-mujer dolida, que según Yoss fue hostigada, y recibió más de una golpiza, e incluso habló de cartas amenazadoras, y por demás, lo hace público.

Respecto a la señora Kenia, no sé porque motivos no impidió que Ángel fuese a la cárcel, hasta donde sé, creo que ambos tienen un hijo en común. De haber sido real la agresión debió pensar en su familia.
Porqué no buscar otras alternativas, tratar de que las cosas mejorasen, sin llegar a ese extremo, en todas las cuadras hay un comité de defensa y por ende también nos toca un jefe de sector, ¿porqué Kenia no fue directamente al jefe de sector para que este intercedería por ella? Considero que ese debió ser el primer caso.

Donde vivo, muchas parejas tienen problemas y cuando ocurren casos violentos las mujeres buscan ayuda con la policia, los esposos se someten a la charla de la policía municipal, quizás se les amenaza con hacerles una carta de advertencia y hasta con ir preso, pero de ahí no pasa, siempre las parejas tratan de arreglarse, y de no volver a caer en lo mismo.

Claro, aquí es donde para mi está lo raro, lo misterioso, en fin, lo político, pensar lo incómodo que puede resultar Ángel para algunos que se han dado cuenta de que el escritor, ya no es tan angelical, sino que actúa como demonio, diciendo verdades que muchos prefieren sepultar, para no verse implicados en asuntos políticos.

Por el momento, prefiero mantenerme al margen de la noticia, sin dejar de pensar que sin ninguna evidencia, Ángel Santiesteban no es culpable, y si lo fuese, solo Dios, Kenia y él lo saben.


Publicado en Havana Times

5 de abril de 2013

Diario en la cárcel XI: A. Santiesteban: "Me niego a ser llevado al hospital militar Salvador Allende"

Nota del editor

Acabo de recibir vía telefónica este mensaje de Ángel Santiesteban-Prats en el que  informa que quieren llevarlo al hospital militar Salvador Allende en contra de su propia voluntad. Hago público este comunicado ahora mismo a la espera de saber cuál ha sido la respuesta de quien debía transportarlo.
Espero tener más  información en los próximos minutos.

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 Nunca he sido partidario de la noticia amarillista ni sensacionalista, por eso había preferido callar hasta ahora, que las circunstancias ameritan saber.

A los 10 días de encontrarme encarcelado comenzaron a aparecer en mi rostro algunas manchas oscuras, que solo tomé en cuenta cuando me apareció otra en el brazo. Asistí a la consulta del médico del penal el cual me hizo asistir a la consulta del dermatólogo, este me dio turno para el siguiente día en el salón de cirugía, donde se me aplicó una sustancia en las manchas causando el efecto de quemadura, según me explicó el especialista es el procedimiento para este tipo de cáncer de piel que suele aparecer en las personas de piel blanca después de los 40 años. Días después las postillas fueron cayendo hasta dejar en la zona de lesión un color rosado.

Hoy 5 de abril, fui mandado a buscar desde el puesto médico para informarme que sería trasladado al hospital Salvador Allende para un chequeo de salud, particularmente para estas manchas que fueron tratadas. Me negué de plano, no asistiré a ningún espacio militar de salud y mi posición es firme.

También se me informó que Antonio Rodiles no puede volver a visitarme, como ha hecho en las dos visitas anteriores. Al preguntar la razón dijeron que no es familiar ni un amigo que ideológicamente me haga una "aportación positiva en cuanto al proceso revolucionario". Les hice saber que yo estaba aquí precisamente por mis ideas que coinciden con las de Rodiles, y el oficial levantó los hombros, ese gesto que se infiere que son "órdenes de arriba", y donde manda General no manda Capitán.

Ahora estoy a la espera que llegue el que conduce para hospitalizarme. Desconozco qué sucederá ante mi negativa de no acompañarle y cuál será su reacción.






Ángel Santiesteban-Prats

Prisión La Lima, Guanabacoa 1:00 pm.

5 de abril del 2013

Diario en la cárcel X. A Los 5 (sibaritas) no les gusta el pollo


Dieta alimenticia


Los presos que me acompañan en esta barraca aseguran que leyeron en el periódico Granma que los 5 espías condenados en E.U, se quejaron porque sus carceleros les habían ofrecido pollo en dos ocasiones. Es decir, protestaban porque les repitieron el menú.

Cuando estaba libre, siempre que recibía estos comentarios que me parecían absurdos, de inmediato buscaba la forma de encontrar alguien que me prestara internet para verificarlo. Ahora, en las condiciones en que sobrevivo en esta prisión es imposible verificar nada.

Lo cierto es que me causa risa la forma con que los presos que me acompañan me hacen llegar la noticia. La he escuchado en varias ocasiones y siempre tengo que reírme: esa repetición de pollo de la que se quejan los espías sería motivo de fiesta para los reclusos en este penal.

Algunos viernes, como día festivo, entregan un cuarto del cuarto de pollo que normalmente se reconoce como tal. Ese día se llena el comedor. El resto de los días es preferible hacer huelga de hambre. Yo mismo, por ejemplo, llevo cinco días sin ir al comedor. Prefiero sobrevivir con las galletas y el pan tostado que me hace llegar mi familia y que conservo como un tesoro dentro de un saco.

También he leído declaraciones de Ángel Carromero, el político español que conducía el carro en el que perdimos a Oswaldo Paya y Harol Cepero. Dice que sus seis meses de encarcelamiento en Cuba le han bastado para dejarlo traumatizado y necesitar ayuda médica.

Habría que recordar que Carromero estaba recluido en una cárcel especial para extranjeros, que contaba además con la supervisión de la embajada y el tratamiento obvio de la policía política para “endulzarlo”, de modo que la versión real de lo sucedido ese funesto día no saliera a la luz.

Habría que preguntarse, independientemente de que cualquier cárcel, donde quiera que esta se encuentre, es siempre difícil de enfrentar y soportar, ¿qué dejaremos para los que están hacinados en cárceles infrahumanas, con alimentación casi inexistente y con el peso adicional de saberse mal procesados por la justicia?

Nada, que tanto los 5 espías como Carromero desconocen lo que es en verdad una cárcel







Ángel Santiesteban-Prats

Prisión La Lima. Abril de 2013


3 de abril de 2013

Diario en la cárcel IX. Un pueblo que evita a su gobierno

Las prisiones tienen abarrotadas sus barracas de presos que en su mayoría han cometido el delito de “malversación”. Han sustraído los bienes del Estado, que según la “legalidad socialista”, son del pueblo, bienes públicos que administran los hermanos Castro desde hace más de cincuenta años, por lo que han sumido al país en la más total pobreza.

Una contradicción: si los bienes son del pueblo, y éste, por hambre, toma parte ínfima de su propiedad, no comete delito, por lo tanto no habría que sancionarlo.

De todas formas eso solo queda en la teoría; en la práctica cumplen condena por ello, mientras se quejan por la falta de posibilidad de subsistir de su trabajo.

“Si no tomo lo que considero que me he ganado por mi esfuerzo, no puedo alimentar a mi familia. En mi caso lo hice porque pretendía comprarle un par de zapatos a mi hija por sus quince cumpleaños”, me dice un señor con los ojos llorosos. Otro se acerca para decirme que está preso por vender una antena parabólica, solo el plato, no el receptor, y abre los ojos como si observara un abismo. “exageraron en el registro que hicieron en mi casa. Con un vecino, por droga, no fueron tan exhaustivos; en mi caso, porque los enferma la información, las imágenes de libertad al pueblo les preocupa”.

Gran parte de esta masa de “malversadores”, son directores de empresa, compradores, almaceneros…, todo aquel que tenga al alcance de su mano cualquier artículo que sirva para vender, comprar, alquilar, y le reporte beneficio que luego sirva para adquirir los elementos vitales para la vida de sus hijos.

En una sociedad que se corroe, se desgata, donde sus jóvenes, los hijos que nadie quiso, solo piensan en abandonar el país o robar y sobrevivir, es lógico que las cárceles estén sobrepobladas con pésima alimentación.

La dictadura hace caso omiso al reclamo de una sociedad de tener un orden político y económico que le ofrezca a sus ciudadanos, sobre todo a los jóvenes, una realidad que les garantice un presente y futuro próspero.







Ángel Santiesteban-Prats

Prisión La Lima. Marzo de 2013

1 de abril de 2013

Ruego al Comité de Defensa de la UNEAC

Diario en la cárcel VIII. El silencio indigno


Supe la terrible noticia de que a una Dama de Blanco, Iris Pérez Aguilera, la golpearon salvajemente. A pesar de ser recurrentes estas denuncias de los abusos contra ellas, jamás podremos acostumbrarnos ni tampoco a hacernos los que no vemos.

Estas mujeres que luchan desde la oposición al régimen como verdaderas mambisas del siglo XXI, son irrespetadas y abusadas por los que defienden al sistema totalitario, particularmente la Seguridad del Estado. Como si la golpiza que le propinaron no fuera suficiente, luego le negaron el acceso hospitalario.

También pude apreciar con mis ojos, a finales del año pasado, a una adolescente, Berenice Héctor González, de 15 años de edad, navajada por todo el cuerpo y el rostro por ser familiar de una Dama de Blanco. Fue despiadadamente atacada por la hija de un oficial de la policía en la provincia de Cienfuegos por pedir respeto para su tía opositora.

Como siempre, algunos bloggers oficialistas, han intentado vender la versión de que el ataque criminal se produjo por “celos pasionales”.

Recientemente, a comienzos de año, fue asesinada Elsa Rubio Fernández, hija de otra Dama de Blanco, Mercedes Fernández Fonseca. Elsa no recibió protección de la policía a pesar de las cinco denuncias interpuestas y de que el asesino vociferaba “que la mataba y no la pagaba porque su familia era opositora”.



En fecha reciente, desde La Habana, ocho intelectuales lanzaron la Campaña Tod@s contra la violencia. Apelo a la honestidad de estas ocho mujeres que alzan sus voces en Defensa de la mujer y espero que tengan el decoro de solidarizarse.


Ojalá que el silencio no sea la respuesta de estas intelectuales. Les toca demostrar su grandeza y ética con ellas mismas.







Ángel Santiesteban-Prats

Prisión La Lima. Marzo de 2013




 

30 de marzo de 2013

Ignorancia selectiva: las escritoras de la UNEAC

¡Paredón, paredón!



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 Por Luis Cino Álvarez

LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org – Un poeta digno que ha sabido enfrentar décadas de ostracismo, Rafael Alcides, ha escrito:  “Lamentaciones y esperanzas por un nuevo escritor encarcelado”. A partir de la carta de Alcides, empezaron a circular por los correos electrónicos notas de apoyo y firmas de varios escritores a favor de Santiesteban.
Entonces se produjo el contrataque oficial. Fue un ardid envuelto por lo políticamente correcto: ocho escritoras y periodistas firmaron un llamamiento contra la violencia de género, en el que el caso de Santiesteban parece ser el epítome del abuso masculino contra las mujeres, y el sistema judicial cubano queda impoluto, libre de  sospechas, excepto la de  haberse quedado corto en la sentencia de cinco años de cárcel.
Hasta parecen escucharse  los gritos de las féminas de la UNEAC contra el escritor-machista- abusador: ¡Paredón, paredón!
El documento, firmado por Sandra Álvarez, Marilyn Bobes, Zaida Capote, Luisa Campuzano, Danae Diéguez, Lirian Gordillo, Helen Hernández y Laidi Fernández de Juan, se solidariza con la ex esposa de Santiesteban  -de la que curiosamente no se menciona su nombre, Kenia Rodríguez-  y llama “a las instituciones y organizaciones cubanas a que se pronuncien sobre este caso en particular y también acerca de la violencia contra la mujer en nuestra sociedad”.
Así, luego de tanto esfuerzo por aclarar que el proceso judicial que envió a la cárcel al escritor por una riña ocurrida hace casi cuatro años, no tuvo motivaciones políticas ni la intención de represaliarlo por disidente, todo el que abrigue alguna duda al respecto, queda como machista y misógino empedernido. Amén de quedar señalado como proclive a ser manipulado por “la contrarrevolución”. ¡Y ya usted sabe lo que significa eso en la UNEAC!
¿Sabrán las firmantes  de las frecuentes palizas, atropellos e insultos sexistas que reciben las Damas de Blanco y otras opositoras  de parte de los segurosos y los porristas de las brigadas de respuesta rápida en los también frecuentes mítines de repudio?
Deben saber algo de estos mítines de repudio. Al menos una de las firmantes, Laidi Fernández de Juan, hace unos años, en el periódico Juventud Rebelde, calificó de “repudiables” estos progroms.
¿Se habrán enterado de que hace solo unas semanas, en Santa Clara, la opositora Iris Tamara Aguilera,  dirigente del movimiento femenino “Rosa Parks”, recibió fuertes golpes en la cabeza cuando fue proyectada contra la acera por un esbirro y fue maltratada en el hospital donde la condujeron por ser “contrarrevolucionaria”?
¿Conocerán del caso de Sonia Garro, una opositora que está presa hace más de un año, sin juicio, y que al ser arrestada en su casa, en Marianao, durante un aparatoso y violento operativo policial, fue herida con un proyectil de goma en una pierna?
¿Habrán tenido todos estos hechos en cuenta cuando redactaron su llamamiento y habilitaron una dirección electrónica para recoger firmas contra el abuso de género?
¿Estarán dispuestas a combatir la violencia contra las mujeres absolutamente en todos los casos?
Si es así, independientemente de la situación de Santiesteban,  seguro que recogerán muchas firmas más.

 Publicado por Cubanet



uneac
uba actualidad, Arroyo Naranjo, La Habana, (PD) No dejan de desconcertarme los escritores de la UNEAC, con sus poses de liberales a la hora de creer en la apertura del régimen y sus murumacas y acrobacias para no arriesgar sus premios, viajes y publicaciones.
Con el encarcelamiento de Ángel Santiesteban en circunstancias bastante dudosas, no esperaba una protesta de los escritores de la UNEAC, ni siquiera de los que posan de más osados. Eso hubiese sido pedir demasiado de ellos. Pero suponía que al menos sus amigos, como Eduardo Heras León, que hasta hace unos años proclamaba orgulloso que Santiesteban era "uno de sus muchachos" del Taller Narrativo "Onelio Jorge Cardoso Cardoso", y Laidi Fernández de Juan, que lo consideraba de sus amigos más queridos, si no protestaran, al menos lo lamentaran.
Pero, ¡oh, sorpresas, milagros y birlibirloques de la cultura oficial!, he aquí que sí hubo una carta del poeta Rafael Alcides –uno de los pocos dignos- y notas de apoyo y firmas a favor de Santiesteban; y entonces fue precisamente Laidi Fernández de Juan una de las ocho intelectuales que firmaron un llamamiento contra la violencia de género, en el que el caso de Santiesteban parece ser el epítome del abuso masculino contra las féminas, y el sistema judicial cubano queda libre de toda sospecha, excepto la de haberse quedado corto en la sentencia de cinco años de cárcel.
En otros tiempos, se hubiesen escuchado los gritos de ¡paredón, paredón!
El documento, firmado por Sandra Álvarez, Marilyn Bobes, Zaida Capote, Luisa Campuzano, Danae Diéguez, Lirian Gordillo, Helen Hernández y Laidi Fernández de Juan, se solidariza con la ex –esposa de Santiesteban y llama "a las instituciones y organizaciones cubanas a que se pronuncien sobre este caso en particular y también acerca de la violencia contra la mujer en nuestra sociedad".
Así, todo el que ose dudar del proceso sin motivaciones políticas ni ánimo de vendetta que envió a la cárcel al escritor-abusador, queda como machista y misógino empedernido.
¡Y yo que esperaba, iluso que soy, que al menos con papá Retamar, el poeta--comisario-presidente con gorra bolchevique de la Casa de las Américas, en la intimidad del hogar, Laidi Fernández se quejaría y lamentaría que Santiesteban estuviese en la cárcel a ver si papito no se ponía calibánico, se condolía y podía hacer valer sus influencias "allá arriba"!
¿Sabrá Laidi Fernández de Juan –que dice ser "tan devota a la revolución como ácida en sus críticas"- de los frecuentes golpes y empellones que reciben las Damas de Blanco y otras opositoras de los segurosos y los porristas de las brigadas de respuesta rápida en los también frecuentes mítines de repudio que ella misma en alguna ocasión ha calificado de "repudiables"?
¿Se habrán enterado ella y las demás firmantes del llamamiento de que hace solo una semana, en Santa Clara, la opositora Iris Tamara Aguilera recibió fuertes golpes en la cabeza cuando fue proyectada contra la acera por un esbirro del MININT?
¿Habrán tenido estos hechos en cuenta cuando redactaron su llamamiento y habilitaron una dirección electrónica para recoger firmas contra el abuso de género?
Hace varios años, en una entrevista con el propio Ángel Santiesteban (revista El Cuentero, no.6, 2008), Laidi Fernández de Juan dijo no compartir el criterio de que entre los escritores no puede existir la amistad. "Lo que sucede es que a veces creemos que alguien (sea escritor o no) pertenece a ese círculo de amigos y luego descubrimos que es miserable, repugnante e hijo de puta. Pero eso no tiene nada que ver con la literatura", aclaró.
¿Será eso lo que le ocurrió con Ángel Santiesteban? ¿No habrá pesado más el temor de que la relacionaran con un disidente?
El caso de Santiesteban, bien confuso y contradictorio, se las trae. Muchos consideran que la Seguridad del Estado utilizó como pretexto el incidente con su ex esposa –que se llama Kenia Rodríguez por si no lo saben las autoras del manifiesto que se solidarizan con ella sin nombrarla- ocurrido hace cuatro años, para represaliar a Santiesteban por su vinculación a Estado de Sats.
Si eso es así, uno se pregunta, ¿y por qué precisamente a él? ¿Acaso es el más crítico de todos los blogueros? ¿Pretenden dar un escarmiento en la UNEAC? ¿Valdría la pena para el régimen, precisamente ahora que pretende simular cierta apertura, pagar el costo político de enviar a la cárcel a un escritor que ganó hace unos años el premio Casa de las Américas con el libro "Dichosos los que lloran"?
He escuchado a algunos intelectuales que sospechan si a Ángel Santiesteban la Seguridad del Estado no le estará creando una leyenda de súper disidente con este encarcelamiento. "Aquí ya no se sabe quién es quién", murmuran. Y así, además de hacerse los listos, justifican su miedo de meterse en este lío y quedar como machistas. Y puede que hasta tengan razón. Nunca se sabe...
Para Cuba actualidad: luicino2012@gmail.com

Publicado en Primavera Digital

29 de marzo de 2013

Diario en la cárcel VII. Mi vida en un relato


Por estos días he leído el libro Felicidad obligatoria del escritor rumano Norman Manea, deportado en su infancia junto a su familia a un campo de concentración ucraniano, y me ha llamado poderosamente la atención cómo el autor describe magistralmente una historia cotidiana en los gobiernos totalitarios: la policía política rumana apresa a una artista que colabora con la oposición y la somete a continuas sesiones de tortura, un ritual constante día y noche, en un intento de llevarla a la locura. Aplica las técnicas de la vieja escuela de la KGB, asesorada por todo el campo socialista, incluyendo a Cuba, por supuesto.
 
En la primera historia del libro, cautivadora desde el comienzo, “El interrogatorio”, el personaje oscuro de la policía política -caracterizado soberbiamente- después de torturar brutalmente a su víctima, dice:

Quizás te soltemos. Aunque también podría condenarte. No necesariamente por delitos políticos. Buscaremos otra cosa. Todavía no hemos decidido. He sido franco contigo. No te engañes, no siempre soy sincero (…) La libertad del trabajo, la libertad de amor, la libertad de creación. ¿Bonito, no? Es normal que los artistas se vuelvan, por todo lo que son y sobre todo por lo que no son, rebeldes.
En definitiva, el artista es un precursor o un rezagado.
Sea lo que fuere, es un ser fuera de lo corriente. No ha encontrado un lugar, su tranquilidad y su armonía. No se ha entendido en su profesión, su familia y las leyes; ha elegido una forma por completo distinta de vanidad. El arte, ciertamente, tiene como punto de partida la apariencia de una dislocación, una inadecuación, un desarraigo. Pero alimentado……
(…) Se ha comprobado, se ha confirmado. Que estéis siempre en la oposición, quiero decir. La libertad (…) Es normal que estéis junto a todo los desposeídos (…) Al final, los libros se llenan allí.”

Norman Manea, como un profeta, escribió parte de mi realidad más inmediata, o simplemente dio testimonio de las tantas veces que padecieron las persecuciones, la tortura y castigo en su país. Lo único que conozco del socialismo. Y que siempre coincide aunque nos separen los continentes y el tiempo: la misma manera de acallar las voces disonantes.

Sólo pido una oda para Norman Manea.







Ángel Santiesteban-Prats

Prisión La Lima. Marzo de 2013

27 de marzo de 2013

Diario en la cárcel VI. El juicio por dentro

Algunos amigos me han pedido que no continúe respondiendo las cartas y posts de los que han buscado unos minutos de fama a mi costa, pues -en su mayoría- son blogs que salen a la palestra pública por primera vez a pesar del tiempo que llevan esforzándose para ello; otros, sólo son leídos por la nomenklatura oficialista y escritos por personas que nunca han sido importantes, salvo para sus familias, supongo, y quienes por primera vez -y quizá también por última-  recibieron una efímera atención pública en el mundo virtual, lo que les animó -¡suerte que tienen algunos!- sus intrascendentes y apagadas vidas.

Estoy seguro de que la sugerencia de estos amigos es razonable; de hecho, cada vez que confecciono las respuestas los comprendo, pero soy extrovertido y necesito ser muy puntual especialmente con quienes manipulan sus cartas para confundir y, gracias al alto nivel de ambigüedad consciente que utilizan, desvirtuar la realidad de los hechos confundiendo a los lectores.

Así ocurre, por ejemplo, con la testigo de oído o de referencia utilizada por la Fiscalía en mi contra. Esa testigo menciona a otra mujer, amiga mía, a la que sin consultarle ni pedirle permiso, hace públicos su nombre y apellido, y por si ello no le fuera suficiente, pone en su boca palabras que ella jamás dijo. Tanto mi amiga como su esposo, que la acompañaba en los momentos referidos por la testigo de la Fiscalía, han manifestado sentirse muy ofendidos por su falta de ética y su alto nivel de embuste.

La conversación que sostuve con esta amiga mía fue a través de mi teléfono celular y si le hubiera dicho alguna palabra que delatara mi culpabilidad, hoy dicha palabra sería una prueba que la Fiscalía hubiera interpuesto en mi contra, pues el investigador revisó todas mis llamadas y mis correos electrónicos.

Solo puedo repetir hasta la saciedad y hasta mi último respiro  -y es lo que he venido diciendo en cada respuesta que brindo- que exijo pruebas sólidas que sostengan la condena que me ha sido impuesta; pruebas que no sean la palabra de una persona manipulada -amiga de la acusadora- que repite lo que ésta le ha contado; pruebas que no sean las que "aportó" una Teniente Coronel calígrafa quien aseguró, violando todas las convenciones legales y científicas sobre el valor jurídico del peritaje caligráfico, que mí “letra inclinada” constituye una prueba de mi culpabilidad.

Que expongan esas pruebas sólidas y asuman el video con el testimonio del testigo falso que quisieron colar en la Fiscalía, y al que inmediatamente desecharon cuando lo grabamos explicando cómo había sido sobornado y forzado a testificar en mi contra. Ese video es suficiente prueba de mi inocencia. Que desechen, por su falsedad, todas las mentiras que el Tribunal fabricó para ocultar mi inocencia. Pero -repito- es imposible ocultarlas. Es imposible engañar a las personas aunque tengan un mínimo de entendimiento.

Emplazo al Gobierno, Fiscalía, Tribunales, Policía y a cada persona que firmó la carta condenándome por la supuesta violencia de la que se me acusa y por la que me condenaron, a que presenten una sola prueba en mi contra.

Basta ya de palabras e insinuaciones; eso no es suficiente para encarcelar a nadie.

Que digan y acepten que yo les estorbaba; que en la vida política, a mi pesar, fui adquiriendo reconocimiento y respeto; que mi blog comenzó a tener diez mil visitas diarias, y que me vieron demasiado cerca de quienes en la isla defienden la verdad, como es el proyecto Por Otra Cuba y las firmas de los pactos de la O.N.U.; proyectos que, bien lo sé, tanto les preocupa y asusta. Que reconozcan que mi presencia frente a la unidad policial exigiendo la liberación de Antonio Rodiles les resultó inadmisible para un intelectual; que el video de la golpiza que me propinaron recorriera el mundo; que miles de personas en todo el mundo se aterraran ante la imagen de mi camisa manchada de sangre; que me mantuviera en huelga de hambre y sed por esos días; y sobre todo, que confiesen su impotencia porque no pudieron hacerme causa ante las evidentes pruebas de abuso y las presiones internacionales. Que admitan que les molestó que no haya transigido cuando el oficial Aníbal, de la Seguridad del Estado, quien me aconsejó que detuviera mi accionar político. Que tomaron como una burla mía que al día siguiente me volviera a situar en el mismo lugar de la golpiza, acompañando a Ailer González, la esposa de Rodiles, y al padre de éste, los tres vistiendo un pulover blanco con la imagen de Rodiles pidiendo su liberación. Que día a día, durante esos diecinueve días de injusticia, nos situáramos frente a la unidad policial hasta que lo soltaron, eso sí, sólo después de que se le hubiera bajado la inflamación y desaparecido el morado del ojo.

Ya los oficiales Camilo y Aníbal me habían advertido. Y para frenarme no pudieron hacer otra cosa que enseñarme los objetos más sofisticados, los instrumentos más sofisticados: los “Tribunales Revolucionarios” de los que tanto alardean.

La culpabilidad de la Seguridad del Estado es tan evidente como la de aquellos que han secundado las típicas y previsibles campañas en mi contra buscando hacer una cortina de humo para ocultar sus desmanes. La historia se encargará de cada uno de nosotros y nos pondrá en el lugar exacto que nos hemos ganado. De eso no hay duda.

Sin embargo, pese a esa campaña mediática, he luchado con las herramientas que mis circunstancias me lo permiten. He expuesto mis pruebas sólidas, se las he llevado ante sus ojos, entre ellas el tan mencionado video del falso testigo que la denunciante, Policía y Fiscalía  prepararon en mi contra para condenarme por el resto de mis días.

Quien muerde una vez, lo hace siempre. Por eso llevaron a militares y especialistas del Estado, es decir, gente obligada a responder sin el más mínimo ánimo de cuestionar las órdenes, para dar cuerpo a versiones que siempre favorecieron a la Fiscalía. Por eso el tribunal mintió descaradamente y -sin el más mínimo disimulo- desechó a mis testigos sólidos, algunos de ellos sin ningún tipo de afecto hacia mí, pero que se arriesgaron por cumplir con su deber y con sus conciencias. Ese es el caso de la maestra de mi hijo, directora de la escuela y -detalle que hasta ahora no se había destacado- miembro del Partido Comunista, a quien la Delegada del Poder Popular fue a ver para presionarla porque “¿cómo era posible que defendiera a un contrarrevolucionario?”. En un gesto de dignidad que respeto, ella respondió que defendía al alumno, al niño, que era el mayor perjudicado, porque éste -mi hijo- le había confesado a ella que su mamá le pedía que dijera mentiras para denigrar mi imagen pública.

Otro testigo, gracias al grado de amistad que mantenía con la acusadora, daba fe de que mi ex le hizo saber en varias ocasiones “que estaba preparando un número ocho legal en contra del padre de su hijo”. Para ese entonces, mi ex y yo llevábamos más de dos años separados.

Hubo otra testigo con la cual solo tengo un saludo educado y cordial, pues visito una familia que vive en el fondo de su casa, y obligadamente debo estacionar el auto frente a la suya. Justo el día y a la hora en que mi ex dijo que me encontraba en su casa, al pasar por la vivienda de esta testigo, la oigo reprender con fuerza a su hijo y, sin poder contenerme, le pedí que no fuera tan violenta en la reprimenda, era un niño. Me explicó que había roto el parabrisas de un auto y el dueño le exigía 900 pesos. Entonces le dije, según recordó ella misma en la vista oral, que un parabrisas se podía sustituir cientos de veces, pero un hijo no. Ella, según relató ante el Tribunal, no se olvidó de aquel día porque gracias a mí no fue injusta con su hijo: luego se supo que no había sido su niño el culpable de la rotura de aquel parabrisas.

Hay otros dos testigos: un hermano de Logia, a quien necesitaba repasarle su examen para Maestro Masón que tendría en los próximos días, y su madre, quien nos preparó ese día el almuerzo.

Pues en resumen, el Tribunal decidió anularlos para que prevalecieran los testigos de la Fiscalía. Pero, además, lo hizo con mentiras evidentes, y contradicciones que pueden verse en la sentencia. Ante esa facilidad y agilidad con que el Tribunal encauzó todo en mi contra, me dejaron en total desamparo jurídico.

En cambio aceptaron a una testigo de oído y referencia, alguien que repite lo que su amiga le relató, una testigo que no estuvo presente en los supuestos hechos por los que se me acusó y aun así se valieron de su "testimonio". (Nota del editor: Según la Rae  Testigo: 1. com. Persona que da testimonio de algo, o lo atestigua. 2. com. Persona que presencia o adquiere directo y verdadero conocimiento de algo.)

Hasta hoy nadie ha respondido a mis preguntas:

¿Por qué el juicio tuvo lugar en la Sala Primera de la Seguridad del Estado, más exactamente en su sede especial para casos “relevantes” en Carmen y Juan Delgado, como le comunicaron a mi abogado?

¿Por qué mi sentencia me fue anunciada por el Oficial Camilo, de la Seguridad del Estado, un mes antes de que el Tribunal le diera a conocer?

No dudo que muchos no quieran ver lo evidente de mi caso amañado, y entiendo sus intereses. Y aunque no los comparto, respeto su total derecho a ser injustos.


¿Estado de derecho?

Algunos amigos también me han dicho que acuda a las leyes para acusar a quienes han mentido, pero eso sería otra ingenuidad. Amigos, hermanos, opinión pública internacional: no vivimos en un Estado de Derecho, esta es la Finca de Birán donde el capataz acata las órdenes del dueño. Vivimos en un feudo sin derechos donde lo único que protege es cumplir lo establecido por el Rey, sin cuestionar, porque si cuestionan, te envían a donde me encuentro hoy: tras las rejas.







Ángel Santiesteban-Prats

Prisión La Lima. Marzo de 2013



25 de marzo de 2013

Diario en la cárcel V. El frío marzo

El neurólogo y psiquiatra austríaco Viktor E. Frankl, en su libro “El hombre en busca de sentido”, en el que plasmara su experiencia como prisionero en los campos de concentración nazis por su condición de judío, asegura: “Considero un concepto falso y peligroso para la higiene mental dar por supuesto que lo que el hombre necesita ante todo es equilibrio o, como se denomina en biología “homeostasis”; es decir, un estado sin tensiones. Lo que el hombre realmente necesita no es vivir sin tensiones, sino esforzarse y luchar por una meta que le merezca la pena. Lo que precisa no es eliminar la tensión a toda costa, sino sentir la llamada de un sentido potencial que está esperando que él lo cumpla”.

Sus palabras definitivamente definen, apuntalan y resumen mi actual existencia. Vivo mis días respondiendo al llamado de mi conciencia, dándole respuesta a mi necesidad de trabajar para conseguir el cambio político en mi país que devuelva la esperanza a los cubanos y termine con el sacrificio de las familias de ver a sus hijos partir a otras tierras buscando mejores condiciones.

Más adelante asegura Viktor E. Frankl: “(...) lo que importa no es el sentido de la vida en términos generales, sino el significado concreto de la vida de cada individuo en un momento dado. Plantear la cuestión en términos generales puede equipararse a la pregunta que se le hizo a un campeón de ajedrez: “Dígame, maestro, ¿cuál es la mejor jugada que puede hacerse?” Lo que ocurre es, sencillamente, que no hay nada que sea la mejor jugada, o una buena jugada, si se considera fuera de la situación especial del juego y de la peculiar personalidad del oponente. No deberíamos buscar un sentido abstracto de la vida, pues cada uno tiene en ella su propia misión que cumplir; cada uno debe llevar a cabo un cometido concreto. Por tanto ni puede ser reemplazado en la función, ni su vida puede repetirse; su tarea es única como única es su oportunidad para instrumentarla.”

A través de la lectura, de mi creación literaria y de mi devoción por expresarme en el blog, mis fuerzas se multiplican.

Estoy resuelto a continuar, sea cual fuese el sacrificio, para alcanzar nuestros sueños y que se den por terminada las luchas emancipadoras del siglo XIX, con el ideal martiano como bandera. No olvidemos que Dios conserva todas nuestras lágrimas.

No estamos lejos, mi olfato me dice que los acontecimientos vaticinan el cambio que por fin nos devolverá el significado de la vida, con la democracia como única puerta a una Cuba mejor.








Ángel Santiesteban-Prats

Prisión La Lima. Marzo de 2013

24 de marzo de 2013

Rafael Alcides acerca de la Novela Oficial contra Ángel Santiesteban

Les presento aquí el artículo que publicó en Penúltimos Días el escritor y poeta Rafael Alcides sobre la farsa judicial montada a Ángel Santiesteban con el único y escondido objetivo de silenciar su voz crítica y condenatoria sobre la dictadura castrista.

Pido a los lectores que lean este artículo sabiendo que Rafael se expresa por la vía irónica pero sin quitarle un ápice de verdad a lo que dice sobre Ángel, el horrible antihéroe en que pretenden convertirlo, el falso testigo y la manipulación judicial y de los personeros y los escribidores de la infamia que tan bien supo comprar el régimen para ejecutar y "legitimar" tan sucio objetivo.

La aclaración la creo necesaria por las múltiples reacciones que provocó su primer artículo sobre el tema y que ya se ocupó de aclarar él mismo en otro artículo y que con tan mala saña fue utilizado por las Escritoras de la Infamia nucleadas en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) para criminalizar a su colega (y amigo en muchos casos) y convertirlo en el ejemplo del hombre machista, abusador y violento al que solo deberían reconocer en el dictador Castro, sus esbirros y aquellos hombres que lamentablemente sí son violentos con las mujeres en Cuba y cada día persiguen y golpean brutalmente a las Damas de Blanco y a otras valientes y pacíficas opositoras a lo largo y ancho de toda la isla.

Resta decir que también existe -lamentablemente- un número grandísimo de hombres que practican la violencia doméstica y de género. Contra estos hombres entre los cuales se encuentran destacados integrantes de la nomenklatura, jamás la Justicia ha hecho nada; pareciera como si hubieran asumido que la violencia contra la mujer y el machismo son ingredientes del folclore nacional. 
El Editor

 

Acuse de recibo: Rafael Alcides vuelve sobre el “caso Santiesteban”





CONSIDERACIONES ELEMENTALES SOBRE EL CASO SANTIESTEBAN

Por Rafael Alcides

Un novelista que quisiera escribir la compleja y diversa novela que se insinúa detrás del abultado “caso Santiesteban”, podría empezarla por la presumible cara de susto que debieron de poner los pobrecitos magistrados que fallaron en dicho proceso al conocer los hechos que juzgarían. La saco por mi propio susto y por el que a todas luces, sobrepuestas ya por fortuna, llevó a las Damas de la UNEAC a manifestar su cólera. El laureado escritor Ángel Santiesteban, Premio UNEAC, Premio Juan Rulfo, Premio Casa de las Américas, y a quien en lo físico sólo le faltaría el caballo para parecer un todopoderoso vaquero de rodeo (El Novelista no podría no describir a su personaje), amenazó de muerte a su ex mujer, le pegó, la amarró para violarla con comodidad y le prendió fuego a la casa.

Yo, que al principio lo creí riña magnificada, discordia, desacuerdo de amantes de los que tan a menudo suelen alimentarse los grandes amores mientras duran (y al respecto escribí unas líneas de las que no me arrepiento), al conocer en detalle los hechos o supuestos hechos (El Novelista deberá investigarlos y tomar posición), me dije: este no es el Ángel que yo conozco. No lo es. Y buscándole explicación al indudable fallo de los magistrados, hasta se me ocurrió pensar en brujería. ¿No habría sido Ángel víctima de un bilongo, uno de esos “daños” de los que se ocupaban los hechiceros de la serranía de Guantánamo en los tiempos de mi niñez? También El Novelista se lo preguntaría, pero al dar con cierto video bajado de Internet acaso dejaría de buscar en el Más Allá.

Inquietado por las desconcertantes mutaciones en la conducta del protagonista del mencionado video y principal testigo de cargo de la ex esposa de Ángel Santiesteban, escudriñaría en el misterio de este hombre joven, apuesto, locuaz y buen expositor quien al parecer apiadado de sí mismo se desdice en el video de sus primeras declaraciones en la estación de policía contra Ángel. Arrepentimiento nada extraño, pensaría El Novelista, que ha leído a fondo a Dostoievski, pero que ahora lo llevaría a quedarse en blanco cuando sepa que a posteriori, en el acto del juicio, este mismo joven locuaz y generoso hasta la opulencia en los detalles que en la filmación parece estar borrando sentimientos de culpa que no lo dejaban dormir, de repente, así como cambiado de repente por un clon, como si un poder más grande que el de todos los brujos de mi infancia se hubiera puesto a pesar sobre su cabeza, volvió a ser el testigo fundamental de la parte acusadora, el enemigo de Ángel.

Tal vez imagine entonces El Novelista que bien pudo ser la piedad un protagonista de número en el Caso, y acaso no se equivoque. Como no es El Novelista persona que crea en la maldad a priori, tal vez disculpe a la ex de Ángel imaginándola una de esas almas poéticas que terminan creyéndose y jurando con la mano puesta en la candela lo que inventaran en uno de esos raptos en que cualquiera de nosotros, fantasioso o no, daríamos media vida por poder transformarnos en artefactos nucleares, lo cual explicaría el afán de la Ex por borrar a su Ex de la memoria de las personas bien nacidas. Pues si a algo se parece la vida es a las novelas radiales. No en vano en Cuba Félix B. Caignet ha sido a veces tan medicinal como la Virgen de la Caridad.

Vistas así las cosas, acaso se detenga El Novelista en el oficial policiaco que según el joven del video empezó a visitar a la Ex después de su denuncia en el precinto y con frecuencia empezó a quedarse a dormir en la casa. En ese caso, a lo mejor le diera al Novelista por crear una inoculación mutua entre ambos personajes. Ella le pasó los bacilos contra Ángel y él a ella los que cabría esperar en un policía que no nació mañana. Pero no compliquemos al Novelista. Supongamos que ha dejado al oficial oyendo a pie de obra los relatos de la acusadora sobre sus días infelices con Ángel, cuitas que tanto y de tal manera lo apiadaron que no pudo evitar contagiarle su piedad a los funcionarios encargados de incoar el sumario del caso, esta solución le permitiría al Novelista explicar la parte de piedad que parece haber decidido el fallo de los magistrados de la Audiencia, en primera instancia, y luego el de los del Supremo.
Investigando como era su deber, podría El Novelista —sabiéndose por su oficio psicólogo de su época, el historiador mejor documentado de su tiempo no obstante valerse de aparentes ficciones para representarlo—, podría estar para entonces al tanto de que cuando años atrás, el joven y laureado escritor Ángel Santiesteban empezó a pensar por su cuenta, fue asaltado por unos entusiastas desconocidos que le partieron un brazo con fines pedagógicos. Por lo que podría sospechar El Novelista, puesto a identificar a aquellos educadores de la cabilla envuelta en periódico tan frecuente en los mítines de repudio pero sin lograr confirmarlo, fueron remanentes sueltos, a la deriva, al garete (pero negados a desparecer) de los viejos días anteriores al caso Elián, cuando las Brigadas de Acción Rápida salieron con el fin de recuperar la calle —tarea que, en efecto, sobre cumplirían estos destacamentos con un saldo discreto pero suficiente de huesos zafados, dientes perdidos, ojos sangrantes y fulanos por aquí y por allá cojeando durante semanas y alguno —es inevitable— quién sabe si para toda la vida.
Al Novelista, no le gustarían estos métodos. A mí tampoco. Empero, antes de juzgarlos, debería El Novelista hablar con quienes los han practicado. Tampoco entonces los aceptaría, pero al menos comprendería a esas devotas personas. O han peleado, y a veces vertido su sangre en las numerosas guerras de ultramar libradas por el gobierno cubano en sus primeros treinta años en el poder o han elaborado con cuanto fue dicho o hecho por su gobierno una mística tan poderosa que no les cabría en la cabeza el que pueda existir alguien en la tierra, la mar o el cielo que no comparta la idea de sus dirigentes. Ni aun en el cielo. “Son herejes”, me decía uno de ellos una vez. Otro me dijo: “Yo los mataría a palos”, y otro que fuera muy católico, tal vez pensando en la caldera del infierno, con los ojos humedecidos y la pasión de un árabe que ha visto atacada su fe, me dijo hace veinte años apretándome una mano con fervor y mirándome fijo fijo en una mesa ante dos cervezas: “Yo sin ponerles un dedo encima los dejaría caer desde una azotea bien alta en una piscina llena de aceite hirviendo”. No había crueldad en el corazón de estos devotos sin embargo. Había amor, había lealtad y amor más allá de la muerte para el proyecto de gobierno que constituía la razón de su vida, sus médulas que han gloriosamente ardido por decirlo con el poeta.

En una declaración en Internet, el doctor Vallín, hombre de honor y prestigioso abogado, denuncia que en el juicio contra Santiesteban no se le permitió presentar testigos, alega que la defensa fue obstruida, menciona leyes que no fueron tenidas en cuenta por la sala. Si bien no las justificarían, las razones de los devotos gubernamentales expuestas en el párrafo anterior le permitirían al Novelista comprender las irregularidades observadas por el doctor Vallín. La piedad ya dicha de un lado, y del otro lo que para esos doctos varones de toga y birrete debió de representar el librepensador Ángel Santiésteban vivo aún, fue demasiado. Y fallaron.

Por supuesto —y El Novelista lo sabe—, esta mezcla de sentimentalismo y lealtad gubernamental que en nuestra Isla tiene razones para funcionar en el empleado del camión de la basura que ha visto a su hijo bajar de la universidad con un título de doctor, no convencería en el extranjero. No podría. Esa curiosa gente de Afuera ve las cosas de otro modo. Ellos todavía hablan de contrato social y cosas así. Es por eso por lo que desde el principio di en suponer —o mejor, di en creer, en estar seguro—, que el gobierno del General de Ejército Raúl Castro, velando por la buena imagen de su administración en este momento excepcional de su historia, le haría justicia al escritor Ángel Santiésteban. No permitirá que este caso, pensé (y espero que conmigo lo crea el hipotético Novelista), vaya a convertirse en otra cosa. Pues cualquier persona, por humilde que sea (o lo parezca) puede ser, empero, el comienzo o el fin de una época. Pensar en el desconocido aquel que en Sarajevo le salió al paso a un coche.

Por último (segundo final posible: a escoger), parecería decir El Novelista, oblicuo, sin que lo parezca, en su acostumbrado subtexto (y si no lo dijera él, lo estoy diciendo yo ahora para que no se me vuelva a malentender), por último, damas y caballeros, basta ya de repetir episodios, de dimensión distinta pero en esencia semejantes al de Cristo, Herodes y los fariseos de aquel tiempo.

En La Habana, a 19 de marzo del año 2013

Publicado por Penúltimos Días

23 de marzo de 2013

Una caricatura de proceso judicial para Angel Santiesteban


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 María Matienzo Puerto


HAVANA TIMES — La última vez que hablé con Angel le dije que tuviera fe que la verdad siempre terminaba saliendo, a la vez que me preguntaba, ¿por qué una feminista debe defender a un presunto golpeador? ¿Serán ciertas las acusaciones?

Estas preguntas no me las hice para poner en duda la inocencia de Angel Santiesteban sino para encontrar las razones por las que yo escribiría sobre este tema. Y con esta trifulca narsicista (en algunos casos) que se ha formado las razones se me han esclarecido.

Porque la violencia contra la mujeres y las niñas no puede ser un pretexto político para sofocar una voz incómoda de la intelectualidad cubana. Admitir un proceso como el que condena a Angel es hacer de la lucha contra la violencia contra mujeres y niñas una caricatura, una farsa, una bufonada.

En Alamar de cada 48 apartamentos de los edificios de seis plantas, en más de la mitad hay o ha habido un hecho violento contra una mujer o una niña. Entonces, ¿cómo podemos permitirnos que alguien mienta y lleve hasta las últimas consecuencias una mentira forjada sobre el dolor de otros?

No creo que vaya a aportar mucho más a lo que ya se viene cocinando en la red alrededor de Angel. Este diario y una entrevista a Wilfredo Vallin donde, el Presidente de la Asociación Jurídica cubana, ONG independiente en Cuba, quien estuvo siguiendo de cerca el proceso, aclara algunos puntos que en un inicio me parecieron oscuros.

No cuestionarnos el proceso judicial de Angel Santiesteban es seguir aceptando nuestra condena a la migaja de pan, cuando realmente merecemos más: el derecho a expresarnos libremente, a pensar libremente, más el acceso a las redes sociales, a la información. La lista es larguísima.
Es un proceso que nos atañe a todos y todas.

¡OJO!

Después de 55 años las compuertas de la Isla y su sistema inamovible y obsoleto, se están abriendo, y en vista de que la UMAP y otras instituciones represivas ya no asustan a nadie, esta puede ser la nueva estrategia para llenarnos de terror a hablar lo que realmente pasa entre estas cuatro paredes.

Angel Santiesteban puede ser el chivo expiatorio con el que nos muestran cómo puede quedar nuestro propio pellejo.

Publicado en Habana Times

22 de marzo de 2013

Diario en la cárcel IV. Cuba: Legalidad urgente

El cubano es culpable hasta que demuestre lo contrario. Así funciona la justicia en el archipiélago. Si sospechan te detienen, luego investigan, y si no encuentran elementos para procesarte, de todas formas te envían a la cárcel por el beneficio de la duda.

De esa manera pululan los acusados en las penitenciarias, sin una prueba que amerite tenerlos en prisión. Personas que claman ser inocentes pero no siempre pueden probarlo, por ende, hasta tanto, serán condenadas.


Las sentencias “por convicción”  que los jueces determinan según su olfato y percepción son las que deciden si son culpables o no.


También, desde hace décadas, a través de los Jefes de Sectores, se entregan los nombres de los que deben ir a prisión porque se considera que son elementos delictivos y pudieran cometer fechorías, pero en realidad no lo son, quizás ni lo hayan pensado.


Hay casos en que los Jefes de Sectores, algo así como los dueños de los destinos de los convivientes donde radiquen o sean ubicados, han enviado a la cárcel a hombres con bellas esposas y, con la intención de separarlos y hacerlas asequibles a sus propósitos morbosos, les inventan esa clasificación de “peligro”; en otras ocasiones lo hacen para presionar a una hermana que se resiste a ser su amante, o simplemente porque un enemigo le paga un precio acordado para que se lo aparte del camino y ampliar su negocio al suprimirle la competencia.


En ocasiones los han elegido para incluirlos en la lista negra por una mirada que les disgusta o porque su rostro no les agrada, u otra impresión según su carácter o complejos de su personalidad.


Una injusticia que provoca diariamente la llegada de decenas de jóvenes que nadie quiere, a los jóvenes cubanos.









Ángel Santiesteban-Prats

Prisión La Lima, marzo de 2013

19 de marzo de 2013

Aclaración oportuna acerca de más infamias contra Ángel Santiesteban



Carta del Editor



Creo imprescindible explicar algunos asuntos a todos los lectores del blog y a todas aquellas personas de bien interesadas por la suerte de Ángel Santiesteban, injustamente encerrado en una prisión castrista a raíz de unas acusaciones falsas hechas por su ex mujer. Como ya se ha difundido internacionalmente, tras un juicio amañado y sin ningún tipo de garantías, se le condenó a cinco años de un encierro que, dicho sea de paso, lleva con una dignidad a toda prueba. Y esa dignidad es lo que más fastidia al régimen y a los que han decidido aplastar el prestigio nacional e internacional ganado en estos años por Ángel Santiesteban.

A lo largo de más de cinco décadas, el mundo ha sido testigo de cómo la dictadura silencia a sus críticos. Una de esas tácticas, aprendida de la experiencia criminal de la policía política de Hitler y trasmitida a los servicios de seguridad del Estado rusos y del antiguo campo socialista, es la criminalización de los opositores, fabricando falsas acusaciones para acabar con la reputación y la credibilidad de los mismos. Ángel, como todos sabemos, no es el primero y lamentablemente no será el último si no se les para los pies a estos terroristas disfrazados de humanistas que dirigen hace 54 años los destinos de Cuba y ahora, también, los del resto de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), gracias a los rejuegos sucios, la hipocresía y el oportunismo de los políticos que votaron para que un dictador, que viola sistemáticamente todos los Derechos Humanos, sea quien presida dicho organismo. Con este gesto, no solo entregaron su dignidad, sino que sentenciaron de muerte a la libertad y a la democracia en el continente.

Bajo este estado de cosas no es de extrañar que Calixto Martínez y Ángel Santiesteban se encuentren en prisión y que asistamos al silencio cobarde de quienes deberían pronunciarse con contudencia. Podría mencionar otros nombres de una larga lista de presos políticos injustamente encarcelados hoy en Cuba. Pero menciono a Calixto y Ángel porque “osaron” expresarse con libertad, informar, denunciar..., armas de paz que la dictadura teme más que a nada. Y por eso, cuando la censura dejó de ser una herramienta efectiva para acallar sus voces, optaron por el encierro: Calixto sin juicio y Ángel con un juicio amañado.

La línea de conducta de Ángel ha sido bien clara con respecto a su condena. Pide justicia, pide la revisión de su juicio con todas las garantías procesales a través de la independencia que el poder judicial debe tener con respecto al poder político en cualquier Estado de Derecho, cosa que todos sabemos no existe desde hace décadas en Cuba. Ángel demostró su inocencia por todas las vías, pero el tribunal desestimó todas sus pruebas y a todos sus testigos con burdas maniobras que sus abogados han denunciado en los necesarios documentos legales.

Los ciudadanos de la isla jamás recibieron información sobre el proceso. Y en la misma Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) dijeron desconocer la causa y la situación de Ángel cuando fueron llamados por MartíNoticias (presten atención al video a partir de 1.05 min hasta 2.12 min). La funcionaria que se presenta como Margarita y que recibe la llamada asegura que la institución está totalmente al margen y dice desconocer lo que sucede a uno de sus miembros más destacados: Ángel Santiesteban.

Sin embargo, como por arte de magia, días más tarde aparecen ocho escritoras de la UNEAC a hacer gala de esa “ignorancia” utilizando justamente la condena de Ángel como arma arrojadiza para defender los derechos de las mujeres y luchar contra la violencia machista. Lo curioso es que esta “Campaña” emancipadora ocurra en momentos en que el mundo se aterraba ante las noticias de golpizas, encarcelamientos, desatenciones médicas luego de golpizas por razones políticas a otras mujeres de la oposición cubana. Y tampoco es un detalle nimio que a estas “intelectuales por la dignidad” se les olvidó pedir respeto para las Damas de Blanco, violentadas, insultadas, encarceladas y acosadas cada día solo por reclamar libertad portando un gladiolo en la mano.

La pregunta obligada es: ¿cómo estas intelectuales, una de ellas miembro del ejecutivo de esa institución, que no sabían nada de la causa contra Ángel, de repente están tan bien informadas que se atreven a pronunciarse públicamente contra su colega –y, en muchos casos, amigo- Ángel?

Tengo muy clara la respuesta: son personeras y escribidoras del dictador, que saben muy bien todos los pormenores del caso porque cada día sin excepción entran a visitar el blog desde UNEAC, desde el MINED y desde otros sitios oficiales donde trabajan como personas “confiables” del régimen.

La mentira tiene patas muy cortas y más aun en la era digital donde todo, absolutamente todo, deja su huella.

Estas señoras saben perfectamente la situación de Ángel y del penoso proceso que viene padeciendo desde hace años, pues se nutren de la propia fuente, el blog Los hijos que nadie quiso, donde están absolutamente todos los elementos y las pruebas para conocer la realidad y concluir fácilmente que se está frente a una manipulación política para acallar a una voz molesta para la dictadura.

Es vergonzoso escuchar los cuentos que nos llegan desde Cuba, en las que muchas y muchos de esos firmantes, en la intimidad, confiesan a sus amigos que conocen bien la injusticia pero no se atreven a enfrentarse a ella, a levantar la voz como debieran o incluso, como murmuran unos cuantos, a negarse a firmar algo hasta que no pongan ante sus ojos todas las evidencias del supuesto crimen. Han firmado, y eso basta. Sienten que han superado esta prueba, una más en sus miserables vidas, y saben que vendrán más y que, como escribió en un mensaje uno de los más cínicos, “quién la va a notar una raya más al tigre”.

La naturaleza de los chivatos, los cubanos bien lo sabemos, es chivatear, tender puentes entre la orilla permitida y la orilla prohibida, de modo que algún día puedan decir: hice lo que pude, y gracias a esos puentes he ido recibiendo información de lo que comentan los oficiales de la Cultura con respecto a la situación de Angel: andan rumoreando qué cómo es posible que Angel escriba más ahora que cuando estaba en libertad.

En eso no hay secreto: Ángel jamás dejó de escribir; ni lo hará. No solo dejó material para ir publicando durante su “ausencia”, si no que en la prisión sigue escribiendo, cumpliendo así lo que él mismo dijo, que nada ni nadie ni ninguna circunstancia o la prisión harán cesar su necesidad de comunicar lo que él cree que es lo mejor para los suyos y para su país.

Así que, igual que no negocia sus principios, no pierde el tiempo y no para de escribir, en cada visita entrega muchos manuscritos, y en numerosas ocasiones se ha visto obligado a dictar por teléfono respuestas que no admitían demora a las afrentas tan desleales que sufrió.

Por si los escribidores del dictador no lo saben, según los convenios internacionales firmados por la dictadura, las llamadas telefónicas son un derecho que aún conservan los prisioneros en Cuba. Cuesta creer que les permitan ejercerlos, pero sí, todavía Ángel conserva ese derecho y espero que siga siendo así.

Me atrevo a sugerirles a los escribidores y personeros del tirano que en lugar de cuestionar cuánto escribe o no Ángel, se preocupen por cuidar sus retaguardias: hay muchas filtraciones entre ustedes; filtraciones que prueban claramente que incluso muchos de los partícipes de la infamia están contra ella, aunque no tengan el valor de denunciarla públicamente; filtraciones que demuestran, una vez más, lo que ya se sabe: Cuba es un país de máscaras. Cuantas más grietas haya, más cerca el final.

Y les pregunto, “Intelectuales de la dignidad”, simples personeras del régimen: ¿por qué no se pronunciaron contra la inocencia de Ángel, o lo que es lo mismo, por su culpabilidad, cuando él aún estaba libre y podía responderles cara a cara? Los ojos son la ventana del alma y ustedes, señoras mías, no tienen alma. El hecho de atacar a un ser humano encerrado tras las rejas es un signo de indudable cobardía y bajeza. ¿No les enseñaron de pequeños que no se debe hablar mal de nadie a sus espaldas?

Me gusta mirar al futuro y allí las veo. Me gustaría saber si han mirado cómo se derrumba el país a su lado, cómo ya la gente no cree en las consignas, cómo cada día que pasa los cubanos apostamos más por un país distinto, pero sobretodo cómo la dictadura para sostener su poder tiene que recurrir a la represión y a acciones indignas como esta en la cual ustedes han sido protagonistas. Las acciones de hoy traen consecuencias en el mañana, no lo olviden. Y una cosa bien distinta, incluso respetable, es haber tenido miedo y haberse callado, y otra es haber sido colaborador de una dictadura. Es una de las manchas que no se quitan jamás como lo demuestran las experiencias de las dictaduras latinoamericanas (esas dictaduras de derecha) y las dictaduras del antiguo campo socialista (esas dictaduras de izquierda).

Por último, quiero denunciar que apenas habían pasado 48 horas del ingreso a prisión de Ángel Santiesteban comenzó una clara campaña de acoso sobre mi persona.

Antes no necesitaron poner escuchas en mi teléfono porque escuchaban cuando llamaba a Ángel. Ahora, cuando ya eso no es posible pues Ángel sólo puede hacer llamadas dentro de la isla y no pude recibir ninguna, no les alcanzó con intervenirme el teléfono - que tuve que cambiar enseguida de número. “Sospechosamente” mi señal de wifi, que tenía codificada como las normas de seguridad exigen, ha sido hackeada, abierta y le han cambiado el nombre. Y también “sospechosamente” el blog Los hijos que nadie quiso ha sido hackeado y han eliminado la entrada más molesta: la que presentaba el video donde el testigo falso relataba cómo fue “contratado” para tal sucia misión. ¡Qué casualidad!

Ya está restituido el orden en mi teléfono, en mi señal y en el blog. No se cómo no se les ocurre pensar que ante tantas maniobras burdas y simultáneas saltan todas las alarmas. Ni de esbirros saben trabajar.

¿Alguno de estos personeros y defensores de la infamia podría explicarme esta última pregunta?: si se trata, como ellos dicen, de una denuncia verdadera, de un juicio con todas las garantías y de una condena justa, ¿por qué entonces necesitan “reafirmarse” atacando al inocente que ya está encerrado y vulnerando la privacidad de su representante en tierra libre?

Cada paso que dan en este sentido no hace si no ratificar la inocencia de Ángel.

18 de marzo de 2013

Diario en la cárcel III: Mi inocencia probada

Es inconcebible que 4 años después tenga que demostrar mi inocencia. No solo me bastó con decirlo, si no que presenté pruebas de ello, entre las cuales está el video que desenmascara toda la diabólica venganza en mi contra, con la invención de un testigo falso. 
 
Si la Fiscalía y los demandantes presentan este falso testigo, y es descubierta su trama, viéndose obligados a desmantelar su estrategia que iba por 54 años de cárcel,


¿Qué más tengo que decir para demostrar mi inocencia?
¿Acaso no bastan las extensas irregularidades en mi contra?
¿Dónde están las pruebas en mi contra, salvo la manipulada denunciante y la Teniente Coronel qué dice que mi letra inclinada indica que soy culpable?
¿Tampoco es suficiente que me hayan puesto una sanción ilegal?
¿Por qué llevo dos años presentando pruebas y testigos de que soy inocente?
¿Por qué no le piden al Gobierno cubano que presente una sola pruea que no sea la burda burla de mi letra inclinada?
¿A alguien se le ha ocurrido pensar que hubiese ocurrido si mis amigos no hubiesen filmado al testigo? ¿Cuál sería mi condición ahora con una persona diciendo que me vio en el lugar de los hechos?


Me asusta que no sea suficiente desarticular a un testigo falso y que alguien aún comente que en mi última declaración no volvía a reafirmar mi inocencia.

 
Me da vergüenza decir en cada momento: soy inocente. 

 
¿Por qué me piden que lo demuestre y  le hacen el juego a la Seguridad del Estado?
¿Por qué todos los cubanos somos culpables hasta demostrar lo contrario? 

 
No basta haber demostrado con creces mi inocencia.


Los Investigadores y toda la contrainteligencia no pudieron probar mi culpabilidad ni siquiera con sus mentiras.


Para presentar mi inocencia no tengo solo mis palabras. Hay evidencias claras:


  • Tres años y medio de espera y formación de un expediente. En Cuba, esos casos son sancionados en pocos meses a partir del momento en que se abre el expediente investigativo.
  • Quizás lo más contundente es el video del testigo falso. Después de ello, ¿qué más tengo que presentar?
  • Fueron cinco los testigos que probaban la infamia en mi contra, y sus declaraciones sobre mi inocencia fueron rechazadas injustamente con otra absurda mentira. También está publicado en internet.
  • Me condenaron a una pena que no tiene que ver con la acusación.
  • Toda la defensa de mi abogado está en internet a la luz pública.
  • Convoco a todos los que estén interesados en saber la verdad a que lean esos documentos y no me pidan más que escriba que soy inocente.


Decirlo, es hacer lo mismo que el tribunal. Yo ya lo demostré y allí radica la injusticia en mí contra. 

 
No creo que existan personas honestas que, luego de leer los documentos de un lado y de otro y ver el video del testigo falso, se atrevan a comentar que no he vuelto a reafirmar mi inocencia. 

 
Espero que sea por falta de tiempo o vagancia de lectura y no una provocación.

Tampoco quise abandonar el país en las oportunidades ofrecidas, quise estar aquí, en esta cárcel, con mis pruebas, para enfrentar el Gobierno con sus injusticias y aquellos que se prestan y cumplen las órdenes, quedan ante la historia como soldados del régimen.

Apelo a sus conciencias, solo confío en ello. 
 



Ángel Santiesteban-Prats

Prisión La Lima. Marzo de 2013


Documentos de interés:

- Video con el testimonio del testigo falso Alexis Quintana Quindelán, quien confesó que mintió por orientaciones de Kenia Rodríguez, la cual le había prometido retribuirle con beneficios personales.