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24 de enero de 2013

Mi letra "inclinada" y de "tamaño sospechoso" publicada en Francia.

Cuba dejó ser  tema de buenas noticias en la prensa mundial desde hace ya muchas décadas. Hoy por hoy, las violaciones de los Derechos Humanos, la represión y la violencia de estado, los secretismos a cerca de la salud de los dictadores -el retirado Fidel Castro y el "activo" Hugo Chávez-, las persecuciones políticas, las detenciones arbitrarias, la persecución religiosa, los presos políticos y los campos de concentración donde los tienen hacinados, las epidemias de cólera y dengüe, las miserables condiciones de vida y de la sanidad, son, entre otras muchas desgracias que padecemos quienes estamos atrapados en la isla, el leiv motiv en los periódicos y medios de comunicación extranjeros. Claro que siempre hay algunos que llenan de halagos al cruel régimen, porque los negocios son negocios. Y tampoco les importa la verdad porque viven fuera.
El dictador debería ya haber tomado nota de que es él mismo su principal detractor. Ninguna persona en su sano juicio y en plenitud de sus facultades puede pensar -e intentar hacer creer- que son el embargo y el "imperio" sus enemigos.Y debería asumir que ser dictador es mala prensa en todo el mundo.
A los cubanos nos puede intentar mentir y silenciar, pero no puede hacerlo con el resto del mundo.
Y mientras espero la respuesta a la apelación del vergonzoso fallo judicial sobre una causa inventada con el que me quieren encerrar cinco años en un campo de concentración, alegando que "escribo con "cierta" inclinación, y dibujo las letras de un "tamaño muy sospechoso", en Francia alaban mi obra literaria, la publican y la promocionan.

Ángel Santistesteban-Prats
Escritor cubano.

A Cuba, l’écrivain et blogueur Angel Santiesteban est condamné à cinq ans de prison

Le harcèlement des dissidents cubains par des interpellations à répétition et des arrestations de courte durée a connu un rebondissement inédit depuis le remplacement de Fidel Castro par Raul Castro : l’écrivain et blogueur Angel Santiesteban Prats, 46 ans, vient d’être condamné par un tribunal de La Havane à cinq ans de prison, pour violation de domicile et lésions.




Ángel Santiesteban Prats est un auteur reconnu, primé à la fois par des institutions cubaines, comme la prestigieuse Casa de las Américas, et étrangères, comme Radio France Internationale.
L’écrivain alimente un blog critique, Los hijos que nadie quiso ("Les enfants dont personne n’a voulu").
Depuis trois ans, il a fait l’objet de diverses menaces et agressions de la part d’agents de la Sécurité de l’Etat, la dernière en date le 8 novembre, devant un commissariat de La Havane, alors qu’il demandait des nouvelles d’une avocate indépendante détenue la veille.
A cette occasion, il avait été brutalement interpellé, puis relâché après que ses proches eurent mis en ligne sur Internet la photo de sa chemise ensanglantée.
Santiesteban Prats a été jugé par le tribunal du quartier Diez de Octubre, à La Havane, le 29 octobre, mais la sentence n’a été connue que ce week-end, répercutée par la blogosphère cubaine. A défaut de pouvoir l’inculper pour ses activités dissidentes, les autorités ont invoqué des charges de droit commun, la plupart d’entre elles écartées par le tribunal. L’écrivain s’attendait d'ailleurs à une absolution, avant son interpellation musclée du 8 novembre. Il a annoncé son intention de faire appel.
Angel Santiesteban Prats (La Havane, 1966) avait été récompensé par le prix Juan Rulfo de Radio France internationale en 1989, le prix de l’Union nationale des écrivains et artistes de Cuba (Uneac) en 1995 (pour son ouvrage Songe d’un jour d’été, sur les expériences dramatiques des Cubains dans la guerre d’Angola), le prix Alejo Carpentier de l’Institut cubain du livre en 2001, le prix Casa de las Américas en 2006 pour son recueil de contes Dichosos los que lloran (Heureux ceux qui pleurent).
Les éditions L’atinoir publient la traduction française des nouvelles de Laura à La Havane (134 pages, 14 euros), disponible en librairie à partir du17 décembre.

Publicado por Le Monde

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